"Preocupante aumento de los trastornos en la conducta de niños y adolescentes"
- Con respecto al aumento de trastornos de conducta que sufren los menores en España, ¿qué evolución ha seguido el porcentaje de este tipo de trastornos en los últimos 10 ó 20 años?
- Es difícil poder asegurar cuál ha sido la evolución en los últimos 10-20 años. Puede que los trastornos hayan aumentado en los últimos años debido a la serie de cambios que ha sufrido nuestra sociedad, pero sobre todo a la mejora de la sanidad. Hace unos años, las patologías orgánicas, especialmente las enfermedades infecciosas, cursaban con una importante mortalidad que disminuyó considerablemente con la introducción de los antibióticos y las vacunas. Una vez solucionados esos problemas, la sociedad y también el personal sanitario comienzan a preocuparse por la salud mental. Este interés favorece una mayor detección y un diagnóstico más precoz de problemas que habían pasado inadvertidos hasta ese momento.
- ¿Qué incidencia tiene en el trastorno de la conducta de los menores la falta de especialización médica? ¿Y cómo puede corregirse esta situación?
- Hay que recordar que, en nuestro país, no está de momento reconocida la especialidad de psiquiatría infanto-juvenil, a diferencia de lo que ocurre en países de nuestro entorno. Al mismo tiempo, la red de salud mental infanto-juvenil está mucho más atrasada en cuanto a su desarrollo que la red de adultos. Estas dos circunstancias pueden dificultar la identificación y el tratamiento precoz de estas patologías.
- Con la vista puesta en el futuro, ¿cómo puede llegar a afectar a la sociedad, si no se corrige, esta tendencia al aumento de conductas anormales en los niños y adolescentes?
- Es difícil precisar cuál será el impacto de estos problemas en la sociedad cuando los niños y adolescentes actuales se conviertan en adultos. Es importante realizar una detección precoz de estos problemas e iniciar lo más rápidamente posible el tratamiento adecuado. De esta forma, se mejorará el pronóstico y se reducirán las secuelas.
- Según la información publicada, el aumento de este tipo de dolencias se debe a los cambios experimentados por la sociedad actual, que se alejan de los modelos tradicionales. ¿En qué forma inciden los cambios del modelo de familia tradicional en los trastornos de conducta de los jóvenes?
- Vivimos en una sociedad donde el individuo cada vez se encuentra más aislado. Es frecuente encontrar familias donde los dos progenitores trabajan fuera de casa y donde la familia extensa (abuelos, tíos, primos, etc) están poco presentes. Esta situación favorece que la educación de los hijos recaiga casi exclusivamente en el colegio o en otro tipo de cuidadores que no tienen un excesivo vínculo emocional con el niño. Los padres, cuando están con su hijo, tienden a compensar su ausencia accediendo a todos los deseos del niño, lo cual hace que les cueste mucho poner límites y normas. Esta ausencia de límites puede favorecer la aparición de trastornos de conducta en los jóvenes.
- ¿Y en el caso de familias desestructuradas (cambio de padre o madre biológico por nueva pareja, familias monoparentales, etc.)?
- Es evidente que la situación es más complicada en estas familias.
- ¿Cómo influyen las nuevas tecnologías (videojuegos, internet, etc.) en el comportamiento de los menores? ¿Qué influencia tiene el tiempo que dedican a estas actividades?
- Tanto los videojuegos y el teléfono móvil como el uso de internet no tienen por qué influir en la conducta de los niños y jóvenes. Es importante que el uso de esas nuevas tecnologías esté supervisado por un adulto, no sólo en su contenido, sino en el número de horas que le dedican.
- ¿Qué responsabilidad tienen los padres en la alteración de la conducta de los niños y adolescentes? ¿Cómo pueden mejorar esta conducta?
- Es importante que los padres estén con los hijos, que hablen, que jueguen con ellos, que les pregunten por los estudios, los amigos, pero sobre todo que hagan de padres y no de amigos.
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